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Más que una onza de oro


Durante este último tiempo, fui diciéndome  copiosamente lo superado en el trayecto elegido, para que mis pies caminaran mejor.
Sky Walker - Hartwig HKD

Muchas veces con duda, miedo, y esa especie de parálisis, que comúnmente nos  ataca cuando creemos, que todo ha llegado a un sitio... donde, no se puede ver la salida.
Ocurre en el transcurso de nuestras décadas, cuando nos asalta la angustia y el sufrimiento se apodera de las ideas, poniéndonos un manto para que la luz no surja.
Y así un bajón resbaladizo las opaca, evitando nos demos cuenta, que se está abriendo una ventana cuando la puerta se ha cerrado, ya sea por uno mismo, o por las circunstancias que llevan a que eso ocurra, o  porque un ciclo se ha cumplido.
Pasan a tu alrededor sincronías que te van dando una mano, sí… esa mano que no vemos, porque generamos escamas oscureciendo nuestro ojo avisor, mientras decimos NO… antes de... Sí es posible; concepto que en esos últimos años se ha puesto de moda, como si pareciese no hubiésemos estado atentos que existía.
Cuando te enfrentas a ti mismo comienzas a ver más allá de la razón, sin miedos paralizantes.
Poco a poco cual desatador de nudos, vas encontrando día a día, momento a momento, una reforma a ese  generador oxidado; que pudo interrumpir  la voz del  nuevo amanecer.
Sin retaceo, a pleno, y por ese camino que tanto nos cuesta recorrer, retirando obstáculos; sentimos como  la claridad se acerca siempre que realicemos  una reflexión del  por qué fue de esa forma, y por qué tardé tanto tiempo en resolverlo.
Aprendí que viendo los errores y a continuación los logros, poniendo en la balanza de mi biografía personal la naturalidad, y las manos abiertas; todo, todo lo que necesito para seguir; vuelve a fluir, brotar, circular…

Si todavía no lo hiciste, te invito a comenzar… pero te pediría que tengas  en cuenta algo, no lo hagas a  medias, no, no lo hagas; porque estarás creando una nueva trampa, y tu minuto personal, como los de cada uno de nosotros, es más valioso que una onza de oro.
                                              
                                                                                                    Autor :Laisabisol




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