Muchas veces ocurre que al domingo, no se le da el valor que en ese día podemos disfrutar plenamente, porque salvo excepciones, toda la familia se puede reunir. Fue en la primera etapa de mis poesías en los años 80, que mis oídos estaban atentos de aquellas cosas que el común de las personas hablaban, sentían y compartían, porque no había móviles de por medio. Y en los bares se escuchaba el murmullo de las conversaciones, junto al sonido de las tazas, copas y camareros, cantando la comanda. Y una mañana, en uno de ellos, me llamó la atención una charla ya que se hablaba del domingo y las voces eran altas; diciendo que el “día” era aburrido, siempre las visitas a los mismos lugares, con discusiones que por cualquier cosa surgían, y así una lista de cada uno de los que estaba en esa mesa. Y así fue que di forma a “Domingo primer día de semana”, donde escribí todo lo que opinaba al respecto. Pasaron los años, y en 2015 Diego Torres edita “Hoy es domingo” junto...