Surgió la vida en verso de un hombre; que en reuniones de familias, y muy entrada la noche, contaba historias de su pasado vivido a su manera; sin permitir que nada ni nadie limitara su vuelo.
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Foto de: Reimund Bertrams |
Cuando era la hora de irse, le gustaba decir… "Se va un Quijote de asfalto sin caballo, ni dulcinea, que volverá con más… para otras noches".
De él nació Peregrino, porque conseguí ver en imágenes, aquello que recibía al escucharlo, de cada una de sus aventuras.
La distancia me alejó también de aquellos relatos, que hace algunos años atrás, llegaron a las nubes.
Allá estará él compartiendo, lo que a nosotros nos dejó, en aquellos tiempos, de reuniones de familias, en cálidas noches de verano
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