Volver a empezar Foto de Raúl Hernandez M uchas personas han dejado esta vida por una enfermedad virulenta que todavía, finalizando en pocos días el cuarto mes de dos mil veinte, no pudimos combatir; una bestia invisible, devastadora, que avanzó a pasos agigantados en toda la tierra. Con ella llegó el confinamiento, necesario y sensato para cuidarnos mutuamente, pero nos colma con pensamientos. Pensamientos que alimentan sentimientos apresados; sin poder comunicarlos a quienes fallecieron; quizás los diremos en soledad, o compartiéndolos a través de recuerdos; viviéndolos en sueños; mirando fotos; o vídeos, visualizando el último cumpleaños… Casi siempre es así, cuando perdemos a un amigo, familiar, personajes que admiramos…pero esta vez, se suma el vacío profundo de no poder estar junto a ellos en persona … y sentir que también ellos hayan experimentado la misma sensación para con nosotros, sin poder compartir un abrazo, un deseo . Esta pandemia f...